Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA

(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro



Comentario

Capítulo 70
Trata en este capítulo como llegaron los mensajeros que abían ydo a los otros seis pueblos de los enemigos con los prençipales de ellos a la solene coronaçión del rrey Ahuitzotl, y fiestas y sacrifiçios se hizieronLlegados los mensajeros que abían ydo a Tecoac y Tliliuhquitepec, traían consigo a los prençipales de los dhos pueblos y llegaron a medianoche a la casa de Petlacalcatl (mayordomo mayor de Tenuchtitlan). Dixéronle: "Somos los mensajeros de los pueblos de Çacatlan y los demás pueblos". Dixo el mayordomo: "Seáis bien benidos. Quiero luego dar notiçia al rrey Ahuitzotl". Luego lo tendió Ahuitzotl, hízoles trar y dixéronle la buena baxada hizieron, como traían consigo a los prençipales de los tres pueblos, Tecoac y Tliliuhquitepec y Çacatlan, a los quales les mandó a los mayordomos tubiesen espeçial cuenta y cuidado de ellos de dalles todo lo neçesario y rropas, comidas, muy abentaxadamente, flores, rrosas, perfumaderos. Otro día de noche llegaron los de Meztitlan, mensajeros que allá abían ydo y a Mechuacan y Yupitzinco, los quales dixeron como traían a los de Meztitlan solos. E otro día bino el mensajero fue a Mechuacan: como llegaron a Mechuacan y las cariçias les hizo el rrey Camacoyahuac y como para el cumplimiento benían sus prençipales, de que se holgó mucho dello Ahuizotl, rrey, y dixo a Çihuacoatli: "Ya no aguardamos más de un pueblo". Mandó luego les diesen de comer muy abentaxadamente a los prençipales de Mechuacan. E luego otro día llegaron los mensajeros de Yupitzinco y fueron derechos a casa de Petlacalcatl como estaua dho y mandado al prinçipio, y traían consigo a los de Yupitzinco y como llegaron a medianoche, luego a la ora lo fueron a hazer sauer Ahuitzotl y a su tío Çihuacoatl Tlacaeleltzin. Otro día que amanesçió mandó al [93v] al mayordomo rreal (Petlacalcatl) diese todo lo nesçesario a los de Yupitzinco y a todos los demás, a causa heran enemigos era bien hazerles mucha onrra. Y los unos ni los otros no sabían si estauan en el ymperio mexicano, stauan muy ocultos, ni nengún mexicano lo sabía, saluo los mensajeros y los mayordomos, según la pena de muerte tenían si se supiesem. E otro día el rrey Ahuitzotl bió a llamar al biexo Çihuacoatl y llegado ante él, hecho su salua, díxole: "Señor y padre mío, ya me paresçe son llegados a todos los que aguardáuarnos". Hizo llamar a todos los mensajeros prençipales mexicanos, díxoles que cada uno explicase su baxada del rresçibimiento y boluntad con que fueron rresçibidos las partes, lugares, pueblos, señores, y así, por escusar prolixidades, uno a uno rrelataron cada uno su baxada, casi conformados la buena boluntad y obedeçimiento de tan alto rrey, binieron sus nombres sus prençipales más priuados, los quales estauan ocultos las casas de los mayordomos de la corte mexicana, de que quedaron el rrey Ahuitzotl y Çihuacoatl muy contentos. Mandó el rrey Ahuitzotl dar y hazer merçedes a los mexicanos mensajeros, y explicando los heran al llamamiento de Huexotzinco, Cholulan, Tlaxcalam, Tecoac, Tliliuhquitepec, Çacatlam, Meztitlan, Mechuacan: "De todos estos pueblos y señores bienen, y truximos sus más priuados prençipales a la solenne fiesta del tetzahuitl Huitzilopochtli, Moyucuya, Titlacahuan (El de su albedrío, Somos sus esclauos)". Y Ahuitzotl preguntaua por estenso de la calidad de sus personas, casas, templos, puliçía, bailes, danças, usos, maneras de comer, y más se estrañó sauer que las mugeres de los prençipales dauam de comer y seruían a los mexicanos, y las maneras del beuer cacao como allí se daua y hera de su cosecha, géneros diuersos de rrosas, flores, que abentaxa a los pueblos de Cuernabaca, Guaxtepec, y las maneras y géneros de frutas, de que holgó mucho Ahuitzotl de sauer y tender los usos, maneras tan diferentes. Finalmente, muy largos en las merçedes les dieron. Dixo Çihuacoatl a los mensajeros la grandeza y ardid tubieron de trar tan lexanas tierras, que aquello era obligaçión obligatoria en quanto al obedeçimiento de la cabeça del ymperio, prençipalmente Huitzilopochtli, y a su rrey y señor Ahuitzotl, que lo propio hizieron ates de las conquistas los antiguos mexicanos sus padres y antepasados en los pueblos de Azcapuçalco y Cuyuacan, Xochimilco, Chalco, Cuetlaxtlan, bieron otras semexantes y espantosas cosas tre ellos. Y así, con esto, les mandaron dar de bestir a ellos y a sus mugeres y hijos por su trabaxo. E salidos los mensajeros mexicanos, quedan tratando Ahuitzotl y Çihuacoatl como los rreyes pasados "nenguno tubo tanta bentura como agora boz, que boz se bino acabar la labor del alto templo y a buestro llamamiento benir tantos enemigos de tantos pueblos y para la çelebraçión de esta honrra y fiesta del tetzahuitl Huitzilopochtli y coronaçión y labatorio uro, tanta sunma de catiuos de diuersos pueblos, catiuos que an ofresçido para esta fiesta. Querría se pusiesen el día en quatro partes yguales: la parte sale el sol una cuarta parte, otra quarta parte al poniente, [94r] y de norte a sur otras dos partes, que fuesen de uno uno ofresçidos al dios; y, pues ay muchos, que durase los quatro días, y en todos ellos muchas franquezas, merçedes a todos los señores y prençipales de todos los pueblos, en espeçial a los nueue pueblos de nros enemigos; y estén muy frontero de los miradores, y al cabo el grande y solenne areito (mitote) general para concluir esta onrra y fiesta". Dixo el rrey Ahuitzotl: "Señor, de la manera que tenéis dho y ordenado ansí de haga, para bean los de Huexoçingo, Cholula y Tlaxcala y todos los demás pueblos y enemigos nros". Acabado esto, llaman a Petlacalcatl (mayordomo mayor), díxole: "Mirá mañana es la fiesta. Estaréis con todos uros tributos de rropa el primero, para dar a todos los prençipales y señores, y luego berná, acabado bos, el mayordomo de Chinantla y luego el de Coayxtlahuacan, luego el de Tuchpanecatl y luego el de Tuchtepec, luego el de Tziuhcoacatl y el de Tlatlauhquitepec y luego el de Tepeacac y luego el de Piaztlan, luego el de Tlaapan y Tlalcoçauhtitlam y el de Chiauhtla y el de Cohuixco, Tepecuacuilcatl, Teotliztacan, y Nochtepec, Tzacualpan, Cuauhnahuac, Yauhtepec, Guaxtepec, Yacapichtl, Matlatzinco y Xocotitlam, Xilotepec, Atucpan, Xochimilco, con todos los chinanpanecas, eçeto los de Azcapuçalco, Cuyuacan, Chalco, Cuauhtitlan, con todos los otros traseros, serán los postreros". El tributo de Cuetlaxtlan hera para el ornato de prençipales: beçoleras de esmeraldas, orexeras de oro, frentaleras de papel, que así le nonbran, dorado, teocuitla yxcuaamatl (bandas anchas doradas), collarejos de las gargantas de los pies para señores (yoxipepetlactli), trançaderas de cauello con plumería rrica, trançadera de abes, de águila la plumería, trançaderas de abes doradas llaman çacuantlalpiloni, beçoleras de oro senzillo, beçoleras berdes de piedras rricas, beçoleras de cristal, otras beçoleras de piedras de diferentes maneras, amoxqueadores de pluma muy rrica con las lunas de en medio de oro, cueros de tigueres muy bien adouados, y leones, louos, onças, mucho género de mantas muy rricas de muchas y diuersas colores labradas y mucha sunma de pañetes labrados de ynfinitas maneras de labores y colores y en ellas puestos y labrados la figura de los dioses, como es Xochiquetzal y Quetzalcoatl y Piltzinteuctli, estos para los señores y prençipales más altos que los otros; y luego mantas largas delgadas de a beinte braças de largas y de a diez braças y de a ocho y de a quatro y de a dos braças, y las mantas de todo género de labores diferentes, a las marauillas galanas; y naguas muy rricas para las mugeres de los señores, hueipiles, y las naguas, las nonbran chiconcueitl y tetenacacocueitl, hueipiles llaman y nonbran xoxoloyo y maipiloyo, y otros labrados de ynfinitas labores, que es lo que acostumbran a hazer y traer las mugeres de señores y de prençipales y no las maçehuales como agora usan tan comúnmente en general, que era con graues penas la que se quería abentaxar a traerlo, y lo consiguiente los honbres que eran comunes y llanos no traían puestas mantas labradas sino blanca o de nequén, ni traía cotaras ni pañete (maxtlatl) de lienço sino de nequén, so graues penas, saluo que aunque [94v] aunque fuese mançebo y ubiese ydo a guerras y alcançado bitoria, ubiese hecho presa de cautiuo, a estos tales nada les hera prohibido, ates entrauan en el palaçio y aconpañauan al rrey y a sus prençipales y capitanes. E luego estaua a punto todo lo demás de tributos, como eran cargas de cacao y teonacaztli, que agora llaman hueinacaztli, piñas, maçorcas de cacao, fardos de algodón y de chile, pepita, xarros de miel de abexas, tecomates, xícaras, todo lo qual manifestaron los mayordomos para las merçedes de los estrangeros benedizos y en espeçial para los enemigos, y para los sahumerios mucho copal blanco, colores de colorado, azul, berde para pinturas de perfumaderos y paredes, y papel blanco para el sacrifiçio, y nabanjas agudas para degollar y abrir a los ofresçidos a muerte. Estauan apartados los pellexos y cueros pequeños de las abes y pájaros muertos, la cosa más preçiada tre los prençipales, heran xiuhtototl y tzinitzcan, tlauhquechol, çacuan, tuztli, pilihuitl, chamolli, cuauhyhuitl, cuauhtlachcayotl, que no se le pueden declarar a la significaçión e ymitaçión de que pueden ser conparados sino a los páxaros comunes de agora, que son tlauhtototl, que es un páxaro encarnado que es mayor los que llaman cardenales, y elototl, azul como una fina seda, el tlauhquechol y tzinitzcan del tamaño de un gorrión, tan rresplandeçiente como los llaman quetzalhuitzitzil, sinzones lengua castellana y tarasca. Todo esto dedicado al serbiçio y personaje de el tetzahuitl Huitzilopochtli.